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30 de set. 2020

Cómo se está evitando que Apple, Facebook o Google se coman la electricidad del mundo



Da igual lo que sea. Unas fotos que sube a una carpeta de Drive, un vídeo a un canal de YouTube, la copia de seguridad de tu iPhone, el capítulo de Netflix que te descargas para verlo camino a la oficina o una videoconferencia por Zoom. Cada uno y cada cero que componen cualquier archivo que viaja de un equipo a otro por intangibles que parezcan se convierten en algo físico en algún rincón del mundo. Eso que llaman la nube, lo mismo que permite seguir utilizando en el móvil el mismo programa que estaba utilizando el ordenador en el punto que lo dejamos cuando y donde uno quiera, necesita hacer pie en tierra firme. Internet se vuelve material en algún momento y eso ocurre, en la práctica totalidad de las veces, en los llamados centros de datos.


Según un informe de Sandvine, solo entre febrero y mediados de abril, el tráfico global de internet se disparó un 40%.


el consumo del minado criptomonedas, que según la IEA, supuso entre un 0,2 y un 0,3% de la energía consumida en todo el mundo en 2019.




Lo más arriesgado en este sentido lo ha hecho Microsoft con el proyecto. En 2018 decidió colocar un centro de datos a 35 metros de profundidad, en el lecho marino cerca de las islas Orkney, Escocia. Además, este 'data center' se alimenta cien por cien con energía renovable generada en el mar del Norte.


sigue leyendo aquí;  https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2020-09-14/consumo-electrico-centros-de-datos-apple_2746052/




Exportar residuos electrónicos es incompatible con la economía circular

 




https://theconversation.com/exportar-residuos-electronicos-es-incompatible-con-la-economia-circular-142120


el ciclo de renovación de móviles se ha reducido a 18 meses. Se estima que en España se desechan cada año 20 millones de teléfonos, lo que supone un total de 2 000 toneladas de residuos.

Las cantidades de residuos electrónicos han aumentado de forma exponencial. La generación mundial se estimó en 41,8 millones de toneladas en 2014, alcanzó los 53,6 millones en 2019 y se espera que para 2030 lleguemos a 74 millones. A nivel europeo, la cantidad de residuos electrónicos que produce cada persona al año es de 15,6 kg.


Francia ha publicado la Ley contra el despilfarro y para la economía circular. La norma establece que si no se dispone de piezas de recambio y estas se pueden reproducir mediante impresión 3D, los fabricantes deben proporcionar la información técnica para hacerlo. Asimismo, prohíbe cualquier técnica, incluido el software, que imposibilite la reparación o reacondicionamiento de un dispositivo.


Los residuos electrónicos son reconocidos como un recurso debido al potencial de recuperación de materiales valiosos. Por ejemplo, en la fabricación de un teléfono móvil se utilizan alrededor de 60 elementos diferentes, incluidos metales básicos (cobre, hierro o aluminio), especiales (cobalto), preciosos (oro, plata o platino) y tierras raras (indio o rutenio).


Algunos materiales, como el platino, el indio y el rutenio, se usan ampliamente en la electrónica moderna, pero su disponibilidad en la naturaleza es limitada. De ahí el valor económico de estos residuos que mueven cantidades en torno a 57 000 millones de euros. A pesar de ello, solo el 15 % de los residuos electrónicos se reciclan por completo.